A nivel digital, en la especie canina, podemos encontrar
lesiones no tumorales (inflamaciones, quistes), tumorales benignas (acantoma
queratinizante infundibular, histiocitoma, plasmocitoma, hemangioma, papiloma,
hamartoma, tricoboblastoma) y tumorales malignas. Dentro de las neoplasias
malignas más comunes se describe el carcinoma de células escamosas (CCE),
melanoma, sarcoma de tejidos blandos, mastocitoma y osteosarcoma, en orden
decreciente de prevalencia.
La edad media de presentación son los 10 años.
Aproximadamente el 3% de los pacientes con carcinoma de células escamosas puede
tener implicación de varios dedos, con mayor afectación en extremidades
delanteras que traseras. Existen razas predispuestas al desarrollo de CCE como
son el caniche, labrador negro, schnauzer gigante, rottweiler, teckel y en el
caso del melanoma, el terrier escocés.
En la especie felina, además de las lesiones inflamaciones o
tumorales benignas como el tumor de células basales y el hemangioma, los
procesos tumorales malignos incluyen el CCE, fibrosarcoma, adenocarcinoma,
osteosarcoma, hemangiosarcoma y mastocitoma.
Es muy importante recalcar que, en los gatos, la presentación
de un carcinoma digital puede ser una metástasis de un carcinoma pulmonar
primario, conocido como el “síndrome pulmón-dedo” por lo que es indispensables
realizar radiografías torácicas.
En ambas especies los signos clínicos más comunes son la
presencia de una masa y/o cojera de la extremidad afectada.
El estadiaje de los pacientes antes de iniciar el plan
terapéutico debe incluir radiografía del dígito afectado para valorar si existe
afectación ósea, evaluación de ganglios regionales y estudio radiológico de
tórax con radiografía o TC. En el caso del melanoma digital maligno en perros
se describe una tasa de metástasis a ganglio o a distancia del 32-40% en el
momento del diagnóstico.
El tratamiento recomendado en la mayoría de estos pacientes
es la amputación del/los dedo/s afectado/s.