El riesgo radica en la posibilidad de que estas implantaciones consigan desarrollar una metástasis iatrogénica, aumentando el estadio de la enfermedad oncológica, dificultando su control y reduciendo el pronóstico.
Puede ocurrir en cualquier tumor, pero, hay dos especialmente importantes por ser los más frecuentes en ocurrir, el carcinoma de transicionales de vejiga y el de próstata. Desde un punto de vista cuantitativo, existe un 1 % de probabilidades de provocar la siembra cuando obtenemos muestras de estos tumores mediante punción (PAF/PAAF), siendo el campo de siembra todo el trayecto de a punción, incluyendo subcutáneo y piel. Es por esta razón que la técnica de obtención de muestra sea el sondaje, en este caso traumático cuando se trate de la vejiga, y con masaje en el caso de la próstata.
Para el sondaje traumático lo recomendable es hacer primero el estudio ecográfico, una vez terminado, procederemos a sondar al paciente, vaciar la vejiga, hacer lavados de la misma con suero salino, y después, dejarla vacía, usar sonda nueva a la cual podemos aumentar el fenestrado de la punta haciendo cortes extras. Guiados por ecografía, una vez que el fenestrado esté sobre la zona a estudiar usaremos la sonda como si fuese una aguja haciendo una PAF, mientras aspiramos con una jeringa de 10 cc conectada al otro extremo de la sonda. El contenido lo depositamos en un tubo con EDTA y salino, para después centrifugarlo y extender el precipitado.
En el caso de la próstata mientras hacemos un masaje prostático, pondremos la sonda urinaria en la zona de la uretra prostática realizaremos leves movimientos de avance y retraso mientras aspiramos, el contenido lo depositaremos en un tubo con EDTA y salino, centrifugaremos y extenderemos el precipitado.
Con estas técnicas nos aseguraremos de no provocar una siembra tumoral.