Los tumores de la cavidad oral en la especie canina representan el 6% de todos los tumores, y los más frecuentes son fundamentalmente el melanoma, el carcinoma de células escamosas y el fibrosarcoma.
El melanoma es el tumor más frecuente en esta localización en la especie canina, suele aparecer en animales de unos 11 años, y razas como el Cocker Spaniel, caniche, Golden o labrador retriever son las más afectadas. Este tumor es agresivo localmente, con altas tasas de metástasis tanto a los ganglios regionales como a pulmón. El pronóstico es reservado, siendo la enfermedad metastásica la causa de la muerte, aunque factores como localización (lengua y labios mejor pronóstico), tamaño (menor de 2 cm mejor pronóstico) y estadio clínico, van a variar el tiempo de supervivencia.
El carcinoma de escamosas es el segundo más frecuente en esta especie. También es un tumor agresivo de forma local, con frecuente invasión del hueso, siendo la tasa de metástasis mayor en los tumores localizados caudalmente. El pronóstico es bueno en tumores con ubicación rostral, y peor en tumores originados en maxila.
El fibrosarcoma es el tercero más frecuente, siendo
las razas grandes como el Golden retriever las más frecuentemente afectadas. Al
igual que los anteriores es localmente invasivo y también puede tener una
afectación ósea. Las tasas de metástasis a pulmón son bajas (27%). El
pronóstico es reservado debido a la dificultad de realizar un buen control
local de la enfermedad. Además, hay una entidad que se define como fibrosarcoma
de bajo grado histológico y alto grado biológico, siendo el tratamiento, en
este caso, más agresivo.
El tratamiento de elección para estos tres tumores es la
cirugía, aunque, si no es posible llevarla a cabo, y en el caso de no existir
osteolisis, se pueden administrar tratamientos locales como la
electroquimioterapia, seguida o no de quimioterapia como el carboplatino o la
doxorrubicina. La radioterapia también es una opción, tanto con intención
curativa como paliativa.
Para tomar decisiones terapéuticas, es imprescindible un
correcto estadiaje del paciente con valoración de ganglios regionales y
parénquima pulmonar, así como evaluación de la extensión del tumor y presencia
o no de osteolisis mediante pruebas de imagen como TC.
Otros tumores de la cavidad oral son el osteosarcoma, fibroma
odontogénico y ameloblastoma acantomatoso, aunque también nos podemos encontrar
tumores de células redondas como el plasmocitoma, mastocitoma o linfoma.